Prevenir es mejor que curar, eso es sabido por todos, pero a veces las cosas simplemente suceden. Aunque son poco frecuentes, en el mundo de la automoción los pinchazos son siempre una posibilidad. Podrías ser el conductor más atento del lugar, inspeccionando rutinariamente tus neumáticos en busca de desgaste, grietas o cortes, pero aun así, estos siguen siendo igual de vulnerables a un clavo, un tornillo o un cristal.
Cada vez es más frecuente que los fabricantes incluyan de serie un kit de reparación de pinchazos en lugar de la clásica rueda de repuesto. Esto ocurre por diversas razones: ocupan menos espacio y no le quitan litros al maletero, reducen peso y, por consecuencia, permiten un menor consumo de combustible, sin tener en cuenta que el coste para los fabricantes es menor.
Entonces, ¿qué es mejor, llevar un kit antipinchazos o la rueda de repuesto? Si es posible, nuestra recomendación es siempre llevar la rueda de repuesto original del coche, o en su defecto, una rueda de repuesto de emergencia. Y además, acompañar cualquiera de estas opciones con un kit de reparación de pinchazos.
Los neumáticos conforman el punto de contacto con el asfalto, y aunque lo hayas reparado adecuadamente, no es conveniente conducir largas distancias cuando alguno de tus neumáticos ha sufrido un pinchazo. La idea del uso de un kit antipinchazos es permitirte llegar a un taller para que arregle el neumático adecuadamente o, en su defecto, que lo reemplace.
Contar con un kit de reparación de pinchazos es siempre una buena opción, pero de nada sirve si no sabemos cómo usarlo cuando llegue el momento. Así que presta atención, porque aquí te lo explicamos detalladamente. Pero antes de comenzar, hay que tener en cuenta dos cosas importantes, este tipo de kits de reparación están diseñados para pinchazos en neumáticos sin cámara exclusivamente; y lo segundo, nunca intentes reparar un neumático que muestre signos de daño estructural como un hinchazón en los costados, separación de las capas o grietas.
Antes de comenzar a reparar el pinchazo, ten en cuenta que deberás estacionar el vehículo en un lugar completamente seguro, cerciorándote de que no estás en el camino de otros vehículos y donde puedas trabajar con seguridad. Para más adelante, te será de gran ayuda estacionar el vehículo en un terreno plano y uniforme.
Lo más común es sufrir un pinchazo a consecuencia de algún objeto punzante que penetra la banda de rodadura y ocasiona la fuga del aire que se encuentra en el interior de la cubierta, como un tornillo, clavo o cristal. Pero también puede deberse a un roce con un bordillo o por el sobrecalentamiento excesivo; si fuera alguno de estos dos últimos casos, lo más probable es que no pueda ser reparado con uno de estos kits y la rueda deba ser directamente sustituida.
Ten en cuenta que hay pinchazos que no son inmediatos, es decir, que en ocasiones, al ser un orificio pequeño, el aire escapa lentamente y es posible que te dé tiempo a llegar de una forma segura a tu destino o taller de confianza. Si este es este tu caso, podría merecer la pena inflar de nuevo la rueda para conseguir llegar y ahorrarte la reparación en plena carretera, especialmente si es en horario nocturno o en condiciones climatológicas adversas.
Dicho esto, ahora sí que estamos listos para explicar el proceso paso a paso para reparar el pinchazo del neumático de tu coche, esta vez con un kit de reparación de pinchazos:
Puede parecer obvio, pero dependiendo del objeto que se clave en la rueda, puede costar más o menos. Revisa el neumático en busca de algún agujero, corte o cuerpo extraño. Si la inspección visual no es satisfactoria, prueba a inflar el neumático al nivel de presión adecuado y mira a ver si hay algún un sonido generado por la pérdida de aire. Si aun así no puedes detectar el pinchazo, puedes mezclar un poco agua con jabón y rociar la mezcla sobre el neumático. Así, deberías ver burbujas saliendo del área afectada. Una vez localizada, marca el lugar con cinta adhesiva.
A continuación tendrás que aflojar los pernos o tornillos que conectan la rueda con el resto del vehículo. Ten en cuenta que hay que realizar este paso antes de levantar el coche con el gato, pues al ejercer fuerza, este podría desplazarse y hacer caer el vehículo peligrosamente. Ahora es momento de levantar el coche, posiciona el gato en los puntos de elevación recomendados de tu coche y eleva el lado en el que estás trabajando.
Quita completamente los pernos para que puedas desmontar la rueda de la base. Ahora es el momento de limpiar el agujero del pinchazo insertando la herramienta de raspado hacia dentro y hacia fuera del pinchazo durante unas cuantas veces. Esto, además limpiar la zona, creará el espacio suficiente para introducir el macarrón, que veremos a continuación.
Ahora, deberás insertar uno de los macarrones que trae el kit en el orificio situado en la punta de la herramienta de inserción, como si se tratara de un hijo en una aguja. Después, lubrica todo el macarrón con el pegamento que viene en el kit, y empújalo por el agujero hasta que entre una gran parte de él. Una vez hecho esto, déjalo secar por varios minutos y luego corta la parte del macarrón que sobresale de la superficie del neumático.
Para finalizar, deberás llenarlo con la presión sugerida por el fabricante, hazlo lentamente para prevenir cualquier sorpresa. Ahora, vuelve a instalar la rueda, quita el gato y coloca los pernos bien apretados. ¡Tu neumático está reparado!
Es motivo para celebrar, pero no cantes victoria; como comentábamos antes, debes considerar que reparar tu neumático por ti mismo no es una solución permanente. Es una solución que te permitirá termina tu viaje y llegar a un taller o la tienda de reparaciones para dejarlo en manos de un profesional. Ahora, ¡esperamos que nunca te haga falta este artículo!