Aquellos maravillosos 18 años. Ese momento de la vida en el que lo quieres todo y en el que sabes nada, o muy poco. Son muchas las personas que al cumplir la mayoría de edad se apresuran a realizar todas aquellas cosas que su temprana edad no se les permitía hacer. Además de hacerse un tatuaje o entrar a una discoteca, son muchos los jóvenes que rápidamente se apuntan en la autoescuela para sacarse el carnet de conducir.
Obviamente, no es lo mismo vivir en una ciudad que una zona rural, pues la oferta de transporte público y las necesidades cambian. También, cada uno tiene ciertos intereses y puede ser que conducir o incluso tener tu propio vehículo no fuera una de ellas; hasta hoy. Si estás leyendo este post, probablemente algo ha cambiado en tu vida, o quizá cambió hace en tiempo, pero es ahora cuando has decidido dar el paso: necesitas el carnet de conducir y tienes más de 30 años.
Es normal que se te generen dudas, ¿y quién mejor para resolverlas que nuestro fiel amigo Google? Lo primero que debemos decir es que nunca es tarde para sacarse el carnet de conducir. Te sorprenderías si vieras la clientela de las autoescuelas. Y bien, si es cierto que la mayoría de aspirantes a conductores rondan los 20 años, hay quienes se lo sacan a los 30, a los 40, 50 e incluso 60 años. Ya sabes eso que dicen, nunca es tarde si la dicha es buena.
Pero vamos a pensar en positivo, ¡no hay nada malo en no tener el carnet de conducir! De hecho, ahora que te has propuesto sacártelo, piénsalo bien, porque todo son ventajas.
Lo primero de todo, por lo general, tenemos más poder adquisitivo a los 20 que a los 30, por lo que será más sencillo que puedas pagarte la autoescuela sin muchas complicaciones. No será necesario que te pases el verano trabajando mientras todos tus amigos disfrutan de sus vacaciones. Ahora eres una persona adulta, y con tu trabajo y un pequeño esfuerzo ya podrás permitírtelo.
Por la misma razón, una vez te hagas con tu carnet, no tendrás que andar peleándote con tus hermanos para pedir el turno del coche familiar o mendigar a tus padres para que te dejen el coche para tu cita del viernes. Ahora podrás comprarte un coche y no compartirlo con nadie, a menos que tú quieras. Obviamente, los coches de primera mano no son tan accesibles para todos los públicos, pero los coches de ocasión, son la forma perfecta para hacerse con un gran coche en perfecto estado a un precio mucho más amigable.
Por no hablar de las prácticas, con 30 años te sobrarán viajes con amigos amigos y familiares y horas de copiloto en las que, además de poner los mejores discos y pasarles el agua, has visto y vivido en primera persona lo que es conducir un vehículo y para todo lo que tienes que estar preparado. Sin duda, llegarás a tu primera clase práctica con mayor seguridad; eso sí, lo de bajarte del coche con toda la espalda sudada de la tensión no te lo va a quitar nadie.
Por otro lado, con 30 años, la vida te ha dado muchas vueltas, algún que otro palo, pero sobre todo, has hecho muchos exámenes y te has enfrentado a innumerables retos. ¿Qué es para ti un pequeño examen tipo test y unas sesiones prácticas? Además, piensa que junto a ti, probablemente se examinaran algunos mucho más jóvenes que tú. Tus modales, educación y saber estar, te darán puntos sobre todos ellos. Y si alguno tiene que suspender, ese no serás tú.
Entonces, consejos para sacarse el carnet de conducir después de los 30 pocos… Bueno, sí, quizá uno. Piensa en el vehículo que te está esperando el día que te bajes del coche y el examinador te diga, “apto”. Porque en ese momento, y aunque tengas que ponerle la placa de la ‘L’, serás un conductor de primera listo para tirarte a la carretera con ese coche que tanto has deseado.
Así que sí, encuentra tu motivación buscando ese coche, esa segunda casa andante, ese primer amor con el que tantas cosas vas a vivir; y para ello, te recomendamos nuestro buscador de coches de ocasión. Todos nuestros coches de segunda mano vienen de la flota de renting de Alphabet, del grupo BMW. Así que son vehículos cuidados y revisados al milímetro, con muy pocos kilómetros, y acondicionados para que tus amigos piensen que eres el más listo de todos.
¿A qué esperas? Comienza a ya a buscar tu coche de ocasión, imprime la foto del que quieres, ponla en la pared de tu habitación y mírala. Lo único que se interpone entre esa máquina y tú es ese maldito carnet de conducir, así que no lo dudes más y ¡vete a por él